ELECCIONES EN ESPAÑA.. un sueño en Venezuela
ELECCIONES EN ESPAÑA, un sueño en Venezuela……
Realmente los procesos electorales están directamente relacionados con la cultura y la confianza que de ellos tenga la gente, y comento esto, pues, hoy día he ejercido unos de los derechos fundamentales y de mayor valor para nosotros los ciudadanos, el sufragio (VOTO), y parecerá raro mi asombro, pero, después de tantos procesos en los que participé como todos mis compatriotas en VENEZUELA, jamás, viví la experiencia que les comento.
En primer lugar y a similitud de Venezuela, este proceso se realiza en los principales centros cívicos, institutos, bibliotecas y escuelas asignadas por el Ministerio, a la entrada, y ya como unos de los principales cambios, solamente un (1) policía (por lo menos en mi centro), ya no te encuentras con esos batallones de soldados armados como para la guerra, que antes de generar un clima de paz y de sosiego, creo más bien, te hacen sentir todo lo contrario, luego al entrar, al igual que en nuestros procesos, las listas publicadas en cartelera, donde puedes ubicarte, pero, es algo que solamente lo haces cuando no te ha llegado de la OFICINA DEL CENSO ELECTORAL, la Tarjeta Censal, en la que te comunican detalladamente; Municipio, Distrito, Sección, Mesa y Local electoral a donde debes acudir.
Al entrar y sin ninguna interrupción, tenemos una gran diferencia, bueno otra, en Venezuela, el material electoral te lo suministran los miembros de mesa luego de que te verifiquen en los libros de votación (uno por mesa), acá, pasamos a un salón donde tenemos una gran mesa, en la que distribuyen las papeletas de cada partido y un sobre, estas papeletas son todas iguales en tamaño, color y forma, lo único que las diferencia es, la lista de los nombres propuestos por el partido al congreso (diputados) y el logotipo del partido ubicado en la parte superior derecha, pero, ninguno a color (todos de igual tamaño, con fondo blanco y letras en negro).
Al estar frente a la mesa, te encuentras con las demás personas que como yo están buscando la papeleta de su elección, por cierto, en ese momento me conseguí con mi vecino Iván, al que le dije a manera de broma “ya vi por quien votas!”, claro, a él y todos los que van tomando el material, pues, todo está a la vista. Esta papeleta solamente la doblamos y colocamos en el sobre. Es importante mencionar que existen los cubículos cerrados donde puedes hacerlo algo más privado, pero, la verdad no se usan, cada quien toma su papeleta y la coloca en un sobre, sin estar pendiente del vecino.
Luego, pasamos ahora a la otra mesa donde tenemos que elegir los representantes al senado por Catalunya (en mi caso, pues vivo en Barcelona), esta papeleta debido a las opciones y los detalles, es un poco más grande que la anterior, pero, con el papel de fondo color crema (de seguro reciclado). En esta debemos elegir a tres personas. La selección la hacemos colocándole una “X” en un recuadro al lado del nombre del candidato. Una vez marcados la doblamos y colocamos en otro sobre, de aquí con ambos sobres sellados, nos dirigimos a la mesa, la cual esta conformada por 2 personas, a la primera, le entregamos el DNI (Documento Nacional de Identificación) para que nos ubique en el libro de votación, al cerciorarse que estamos en la lista, le pasa el DNI a la segunda persona para que asiente nuestros datos en el listados de votación, una ves completo, nos entrega el DNI y nos invita a colocar los sobres en las urnas respectivas. Esto por supuesto a diferencia de Venezuela, es notable, pues, allí antes de ejercer el voto, pasamos por el capta huella (para verificar que seamos nosotros los que nos presentamos, bueno al menos eso dicen!!), luego, pasamos por la mesa, donde entregamos la CI (Cédula de Identidad), allí, uno de los miembros nos verifican de que estemos en el listados, una ves ubicado, seguimos el circuito, otra persona nos entrega el material y nos explica como utilizarlo (esto en el caso de que sea de forma manual, pues, si es con las máquinas es otro procedimiento), con este material pasamos al sitio designado para ejercer el voto (sitio cerrado con una cortina o una mesa con un tipo de paraban), una ves hecho esto, pasamos nuevamente a la mesa, allí nos marcan el dedo meñique (el pequeño) con tinta indeleble, nos impregnan la yema del pulgar derecho y lo colocamos a manera de “firma” en el listado electoral y además lo firmamos, el personal de la mesa le coloca el sello “VOTO” al lado de estos. Con todo esto ello hemos finalizado.
Luego, y en similitud a ambos procesos, nos retiramos a nuestros hogares a compartir con la familia, en el caso de Venezuela, y más en estos últimos procesos, es hacer las respectivas llamadas, para hacer un sondeo con el resto de familiares y amigos, y saber su opinión sobre el proceso, comentar que la cola era inmensa, que el capta huella es lento, que algunos centros no abrieron a tiempo, que faltó material, que no aparecían algunos conocidos en las listas, que el abuso de los militares, y pare de contar…. Se nos pasan las horas en el suspenso de no saber realmente nada y esperar el primer boletín del CNE, el cual, con todos los procesos automatizados, auditados, y por demás en línea con la nueva tecnología, nos lo muestran a la hora que a ellos les convenga (en el referéndum pasado a las 3 de la madrugada), y en todos con la duda de la cifras y los resultados.
En contraste, acá nos dedicamos a pasar el día en familia y esperar los resultados que se fijan anunciar a partir de las 20:00, hora exacta en la que nos indican el porcentaje escrutado y los resultados preliminares hasta el momento, y así hasta que se tienen paulatina los resultados definitivos, la verdad, y a pesar de ser procedimientos que se vienen desarrollando desde hace unos 30 años en España, me han parecido que se desarrollan con bastante madurez, tanto en el fondo político como social.
En resumen, el ambiente dentro de los centros de votación es realmente “una fiesta”, y no el cúmulo de interminables horas y procesos tediosos, acá, sabes que el sobre que introduces en la urna representa tu elección y es respetado como tal, ….se suma a cada deseo de todos los participantes, y al final, es el pueblo el que decide sus cambios y sus sueños… esperemos que Venezuela despierte de los sueños y viva realidades honestas en sus futuros procesos electorales. Sin un “porque no te callas!” hacemos más, callando y corrigiendo nuestros errores.
Francisco Jiménez Perera
Realmente los procesos electorales están directamente relacionados con la cultura y la confianza que de ellos tenga la gente, y comento esto, pues, hoy día he ejercido unos de los derechos fundamentales y de mayor valor para nosotros los ciudadanos, el sufragio (VOTO), y parecerá raro mi asombro, pero, después de tantos procesos en los que participé como todos mis compatriotas en VENEZUELA, jamás, viví la experiencia que les comento.
En primer lugar y a similitud de Venezuela, este proceso se realiza en los principales centros cívicos, institutos, bibliotecas y escuelas asignadas por el Ministerio, a la entrada, y ya como unos de los principales cambios, solamente un (1) policía (por lo menos en mi centro), ya no te encuentras con esos batallones de soldados armados como para la guerra, que antes de generar un clima de paz y de sosiego, creo más bien, te hacen sentir todo lo contrario, luego al entrar, al igual que en nuestros procesos, las listas publicadas en cartelera, donde puedes ubicarte, pero, es algo que solamente lo haces cuando no te ha llegado de la OFICINA DEL CENSO ELECTORAL, la Tarjeta Censal, en la que te comunican detalladamente; Municipio, Distrito, Sección, Mesa y Local electoral a donde debes acudir.
Al entrar y sin ninguna interrupción, tenemos una gran diferencia, bueno otra, en Venezuela, el material electoral te lo suministran los miembros de mesa luego de que te verifiquen en los libros de votación (uno por mesa), acá, pasamos a un salón donde tenemos una gran mesa, en la que distribuyen las papeletas de cada partido y un sobre, estas papeletas son todas iguales en tamaño, color y forma, lo único que las diferencia es, la lista de los nombres propuestos por el partido al congreso (diputados) y el logotipo del partido ubicado en la parte superior derecha, pero, ninguno a color (todos de igual tamaño, con fondo blanco y letras en negro).
Al estar frente a la mesa, te encuentras con las demás personas que como yo están buscando la papeleta de su elección, por cierto, en ese momento me conseguí con mi vecino Iván, al que le dije a manera de broma “ya vi por quien votas!”, claro, a él y todos los que van tomando el material, pues, todo está a la vista. Esta papeleta solamente la doblamos y colocamos en el sobre. Es importante mencionar que existen los cubículos cerrados donde puedes hacerlo algo más privado, pero, la verdad no se usan, cada quien toma su papeleta y la coloca en un sobre, sin estar pendiente del vecino.
Luego, pasamos ahora a la otra mesa donde tenemos que elegir los representantes al senado por Catalunya (en mi caso, pues vivo en Barcelona), esta papeleta debido a las opciones y los detalles, es un poco más grande que la anterior, pero, con el papel de fondo color crema (de seguro reciclado). En esta debemos elegir a tres personas. La selección la hacemos colocándole una “X” en un recuadro al lado del nombre del candidato. Una vez marcados la doblamos y colocamos en otro sobre, de aquí con ambos sobres sellados, nos dirigimos a la mesa, la cual esta conformada por 2 personas, a la primera, le entregamos el DNI (Documento Nacional de Identificación) para que nos ubique en el libro de votación, al cerciorarse que estamos en la lista, le pasa el DNI a la segunda persona para que asiente nuestros datos en el listados de votación, una ves completo, nos entrega el DNI y nos invita a colocar los sobres en las urnas respectivas. Esto por supuesto a diferencia de Venezuela, es notable, pues, allí antes de ejercer el voto, pasamos por el capta huella (para verificar que seamos nosotros los que nos presentamos, bueno al menos eso dicen!!), luego, pasamos por la mesa, donde entregamos la CI (Cédula de Identidad), allí, uno de los miembros nos verifican de que estemos en el listados, una ves ubicado, seguimos el circuito, otra persona nos entrega el material y nos explica como utilizarlo (esto en el caso de que sea de forma manual, pues, si es con las máquinas es otro procedimiento), con este material pasamos al sitio designado para ejercer el voto (sitio cerrado con una cortina o una mesa con un tipo de paraban), una ves hecho esto, pasamos nuevamente a la mesa, allí nos marcan el dedo meñique (el pequeño) con tinta indeleble, nos impregnan la yema del pulgar derecho y lo colocamos a manera de “firma” en el listado electoral y además lo firmamos, el personal de la mesa le coloca el sello “VOTO” al lado de estos. Con todo esto ello hemos finalizado.
Luego, y en similitud a ambos procesos, nos retiramos a nuestros hogares a compartir con la familia, en el caso de Venezuela, y más en estos últimos procesos, es hacer las respectivas llamadas, para hacer un sondeo con el resto de familiares y amigos, y saber su opinión sobre el proceso, comentar que la cola era inmensa, que el capta huella es lento, que algunos centros no abrieron a tiempo, que faltó material, que no aparecían algunos conocidos en las listas, que el abuso de los militares, y pare de contar…. Se nos pasan las horas en el suspenso de no saber realmente nada y esperar el primer boletín del CNE, el cual, con todos los procesos automatizados, auditados, y por demás en línea con la nueva tecnología, nos lo muestran a la hora que a ellos les convenga (en el referéndum pasado a las 3 de la madrugada), y en todos con la duda de la cifras y los resultados.
En contraste, acá nos dedicamos a pasar el día en familia y esperar los resultados que se fijan anunciar a partir de las 20:00, hora exacta en la que nos indican el porcentaje escrutado y los resultados preliminares hasta el momento, y así hasta que se tienen paulatina los resultados definitivos, la verdad, y a pesar de ser procedimientos que se vienen desarrollando desde hace unos 30 años en España, me han parecido que se desarrollan con bastante madurez, tanto en el fondo político como social.
En resumen, el ambiente dentro de los centros de votación es realmente “una fiesta”, y no el cúmulo de interminables horas y procesos tediosos, acá, sabes que el sobre que introduces en la urna representa tu elección y es respetado como tal, ….se suma a cada deseo de todos los participantes, y al final, es el pueblo el que decide sus cambios y sus sueños… esperemos que Venezuela despierte de los sueños y viva realidades honestas en sus futuros procesos electorales. Sin un “porque no te callas!” hacemos más, callando y corrigiendo nuestros errores.
Francisco Jiménez Perera
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